20070813

Pájaros en la cabeza

La vida humana es una sucesión de ciclos.
Suele ser muy complejo discernir cuando termina uno de ellos y comienza el siguiente; ésto suele ser percibido por el individuo gracias a determinadas signos de comportamiento que para con él tienen el resto de individuos con los que se relaciona. Existen además en cada cultura determinados ritos iniciáticos, donde el grupo indica al individuo, de manera inequívoca, que se ha terminado un determinado ciclo y debe empezar el siguiente.
La niñez, la adolescencia, la madurez, la vejez...cada periodo vital de cada persona es un mundo, al igual que cada persona en si misma; existiendo personas que cambian radicalmente, otras apenas muestran cambio alguno, las hay que omiten -intencionadamente o no, según sus circunstancias- alguno de los ciclos y también están las que permanecen inmutablemente en uno de ellos.
El miedo a cambiar, como el de envejecer o morir, es humanamente lógico. Pero el miedo a determinados cambios no debería erigirse en impedimento para su realización. Realización que ha de basarse siempre en meditadas reflexiones las cuales, según el budismo Zen, no deberían durar más de lo que se tarda en realizar siete respiraciones abdominales.



Espero y deseo que por más ciclos vitales que continuamente se renueven dentro de mi, permanezca siempre un pequeño rincón para que puedan anidar los pájaros de mi cabeza.

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