12 de la noche en la calle de la Perdición (aka Duquesa de Alba). Monforte city.
La gente comenzaba lentamente a acercarse a "el Otro Caimán", lugar donde en pocos minutos daría comienzo una noche de R&B, Rock&Roll, Blues, Jazz... en definitiva, una noche de Música donde los temas propios se mezclaban con versiones de clásicos interpretadas tanto a voz cálida y sensual femenina, como en un ronco y desgarrado vozarrón masculino.

"G", mi señora, "M" y un servidor
Los pequeños desajustes de afinación y compás, lejos de deslucir la actuación, pasaron a convertirse en encanto propio del directo de una formación de familiares y amigos que viven la música como pocas veces he podido ver.
La amistad que me une a la vocalista no me impide ser del todo objetivo y escribir que disfruté como pocas veces en un directo de los que a mi me gusta; aforo de unas cien personas, local poco adecuado pero aprovechado al máximo, reencuentro con viejos amigos y una mezcla de luz tenue, humo y olores propios del lugar y del momento.
Pero no podía ser perfecto... y ahí estaba, el que en teoría era el plato fuerte de la actuación, para estropearme la noche.
Podéis pensar que estoy exagerando...nada más lejos de la realidad.
Con la sala medio vacía comenzó la actuación de un tal Josele Santiago, componente que fue del grupo de rock Los Enemigos.
A decir verdad, yo nunca había escuchado nada de ellos y mucho menos de este buen hombre, pero ya que estaba por qué no quedarme y escuchar parte del disco que el gachó presentaba, con el sugerente título de "garabatos".
Garabatos no escuché... quizás en su lugar deberían haber anunciado MATAGATOS que era a lo que se dedicó el tal Josele durante un par de horas mal contadas.
Y sufrió... el animal sufrió... el gato aguantó toda la tortura en la garganta de este hombre el cual, probablemente debido a los arañazos en la epíglotis comenzó a sudar en los primeros compases y siguió hasta el primer bis (a Dios gracias, no hubo más)
