20080120

El no-ser

Tienes ocho años. Es domingo por la noche.
Te dejaron levantado una hora más que de costumbre.
La familia juega a un juego de estrategia.
Te dejaron jugar con ellos porque ya eres bastante grande.
Pierdes. Estás perdiendo continuamente.
Tu estómago se tensa con temor.
Has perdido casi todas tus posesiones.
La pila de dinero delante de ti está también casi agotada.
Tus hermanos están comprando todas tus provincias.
La última se está vendiendo en este instante.
Debes entregarte. Perdiste.
Y de pronto te das cuenta de que sólo es un juego.
De un salto te levantas de la silla con alegría y golpeas la lámpara que cae al suelo y arrastra la tetera.
Los otros están enojados contigo pero tú te ríes subiendo la escalera hacia tu cuarto.
Sabes que no eres nada y sabes que no tienes nada.
Y sabes que no-ser y no-tener da una libertad inmensurable.

Janwillem van de Wetering

3 comentarios:

Petrosky dijo...

La ausencia de posesiones es la felicidad de no tener que preocuparte por ellas.

M. dijo...

Lo complicado es darse cuenta de esto por uno mismo...

Diancecht dijo...

Será, pero fíjate que a mí me convence más el ser, con sus responsabilidades y preocuparme por mis posesiones, que tampoco tengo otra cosa que hacer.